Bluesky, la plataforma política
Bluesky llegó a consolidarse como una de las alternativas más prometedoras a Twitter/X a raíz del movimiento político en contra de la compra por parte de Elon Musk. Durante su auge, muchos usuarios la señalaban como el destino preferido para quienes buscaban una plataforma diferente, siempre bajo la bandera de ser una plataforma descentralizada que abogaba por la privacidad y autonomía de sus usuarios. Sin embargo, hoy Bluesky cuenta con apenas la mitad de los usuarios que alcanzó en su punto máximo.
Cuando una red pierde masa crítica, el valor percibido por cada usuario disminuye rápidamente, lo que acelera aún más la fuga de miembros
La llamada “ley exponencial” de las redes sociales —popularmente conocida como ley de Metcalfe— establece que el valor percibido de una plataforma crece aproximadamente con el cuadrado de sus usuarios activos. Es decir, si N personas pueden interactuar, el número potencial de conexiones es N². Cuando la base de usuarios disminuye, este efecto se invierte: perder la mitad de los usuarios no implica perder solo el 50% del valor, sino cerca del 75%, ya que las posibles interacciones caen de N² a (N/2)².
Esta dinámica ayuda a entender por qué Bluesky, tras alcanzar su pico a finales de 2024, ha visto cómo sus descargas semanales se desplomaban de 2.400.000 a apenas 209.000, y su tráfico pasaba de 50 a 30 millones de visitas —una contracción cercana al 40% en pocas semanas—. Con menos personas conectadas, cada nuevo usuario encuentra menos conversación y el atractivo colectivo se diluye, alimentando una espiral de abandono que dificulta recuperar el impulso inicial.
¿Logrará Bluesky revertir esta tendencia y recuperar su atractivo colectivo?
Lo dudo mucho. Creo que tuvo una gran oportunidad pero se enfrentó a dos potenciales problemas que no supo resolver:
- Su impulso principal provino de un movimiento político y no de las ventajas tecnológicos que podía ofrecer respecto a sus competidores.
- La masa crítica de usuarios siempre ha estado en X/Twitter. Mover a cientos de miles de usuarios no es fácil y si no consigues un atractivo para ello, la gente seguirá con lo que conoce. Ni Blusky ni Mastodon a día de hoy han conseguido mover perfiles relevantes que consoliden comunidades en estas nuevas redes. El grueso de los usuarios, y de las conversaciones, siguen en X/Twitter.