¿Qué profesiones están en riesgo por la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial (IA) avanza a un ritmo tan rápido que cada vez resulta más difícil seguirle el paso. Lo que hace apenas un par de años parecía ciencia ficción hoy forma parte de nuestra rutina: redactar textos, traducir, programar, analizar datos o incluso generar imágenes a partir de una simple frase. Ya hemos hablado de los trabajos de baja cualificación que se verán afectados casi sin ninguna duda, y también del problema que la IA podría representar para la entrada de los jóvenes en el mercado laboral.

Según un análisis de Microsoft basado en más de 200.000 conversaciones anónimas con Bing Copilot, algunas profesiones están especialmente expuestas al riesgo de desaparecer o transformarse profundamente, por lo que junto con lo que ya hemos conocido en el pasado, tenemos un nuevo listado bastante acertado de trabajos afectados. Es la cara menos menos amable de la transformación digital: la sustitución de ciertos empleos por sistemas automatizados.

¿Qué tipo de empleos son los más vulnerables?

Los trabajos más amenazados son aquellos que dependen del lenguaje, la información y la comunicación. En otras palabras, todo lo que pueda ser traducido, redactado, resumido o automatizado por modelos como ChatGPT o Copilot.

Entre las profesiones con mayor riesgo destacan:

Estos roles tienen un punto en común: trabajan con palabras. Y en eso, los modelos de lenguaje se están volviendo cada vez más competentes. Desde responder a consultas de clientes hasta crear informes o escribir artículos, muchas de estas tareas ya pueden ser realizadas, al menos parcialmente, por IA.

¿Y cuáles son los empleos más seguros?

No todo son malas noticias. También hay trabajos que, por su propia naturaleza, parecen estar fuera del alcance inmediato de la automatización. Son aquellos que requieren presencia física, habilidades manuales o una conexión humana difícil de replicar con algoritmos.

Por ejemplo:

La IA puede escribir y analizar mejor que nunca, pero todavía no tiene manos. Ni la empatía para atender a una persona mayor, ni la destreza para reparar un motor o colocar un azulejo.

¿Qué podemos hacer ante este cambio?

Más que temer al avance de la tecnología, conviene entenderla y adaptarse. La automatización no eliminará todos los empleos, pero sí transformará la mayoría. Por eso, es clave desarrollar habilidades complementarias que la IA no pueda replicar fácilmente: pensamiento crítico, creatividad, gestión de personas o toma de decisiones estratégicas.

Además, conviene mantenerse informado sobre los cambios que afectan a nuestro sector y no dejar de aprender. Herramientas como la inteligencia artificial generativa o los coches autónomos marcarán una diferencia enorme en la próxima década, y quienes sepan utilizarlas a su favor tendrán ventaja.

La inteligencia artificial no viene a reemplazarnos por completo, pero sí a redefinir el valor del trabajo humano. Los empleos repetitivos o centrados en el manejo de información serán los más golpeados, mientras que aquellos que dependen de la creatividad, el contacto humano o las habilidades prácticas seguirán siendo esenciales.

Adaptarse, aprender y experimentar con las nuevas herramientas será, más que una opción, una necesidad para seguir siendo relevantes en un mundo donde la tecnología ya no es el futuro, sino el presente.


Publicado el 15/10/2025 / 3 minutos de lectura / Inteligencia Artificial